miércoles, 12 de octubre de 2005

-R

De vez en cuando me tirita una oreja y el león de abajo me grita al oído. Debo permitirle humillarme y ser parte de su dieta psicológica. Cuento con los dedos de las manos las veces en que le enfrenté y de una bofetada le arrojé su corona por el desagüe del pobre zoológico.

4 Comments:

Blogger Pauly said...

y tuvieron q comprarle corona nueva?... o hay nuevo rey?

octubre 12, 2005 11:01 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

creis en los delfines?

octubre 13, 2005 12:48 a.m.  
Blogger Oozkar said...

Uhh que wena.. la ame too el rato..

octubre 14, 2005 10:56 a.m.  
Blogger periodista y minero said...

Es el mismo león que envidia el puesto de su rival, la conciencia, en la otra oreja?


..Es que ese puesto es mucho más íntimo, y sin tanta parafernalia.

octubre 15, 2005 8:29 p.m.  

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