No sabía si estaba medio dormida o medio despierta, pero el perro del vecino no dejaba de ladrar y tú hacías ruido en la cocina. Me puse a pensar en cómo sería nuestro futuro y en esa película de la otra vez, en que un tipo no salía de su casa por miedo a encontrarse con su ex mujer que le había hecho algo lo suficientemente feo como para dejarle un gato con cáncer y un trauma de proporciones.
Pensaba en que podríamos ir este fin de semana a Tinguiririca o al Quisco y en algo especial que regalarte para tu cumpleaños.
De pronto creí entrever fuegos fatuos entre las sábanas, pero era tu celular en silencio. Lo tomé aturdida y te asomaste para ofrecerme una taza de té.
Me senté en la cama y reflexioné sobre lo plena y feliz que me sentía por tenerte a mi lado. Jamás te haría algo como lo de la loca de la película. En la tarde, como tenías un par de reuniones, tenía en mente prepararte algo rico, te lo merecías por hacer que hasta las canciones de Kudai tuviesen sentido.
Otra vez tu celular y quizás te cambiaría el saludo inicial.
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-Hola amor, stas c/la bruja? Acuerdat d q t spero a las 3. Besitos.

-Recarga tu celular con la nueva promocion de la tarjeta Ripley….